Los antibióticos en niños de 0 a 36 meses

Los antibióticos son unos medicamentos muy eficaces que en las últimas décadas han contribuido de manera extraordinaria a la disminución de la mortalidad Infantil. Sin embargo, no deben administrarse de manera indiscriminada sin saber qué tipo de infección o microbio hay que tratar.

Durante los últimos años, los antibióticos se han ido perfeccionando y ahora disponemos de una gran cantidad de ellos. Su actividad se ha extendido a la práctica totalidad de las bacterias que producen enfermedades en los niños y su potencia ha aumentado mucho a la vez que se han reducido considerablemente sus efectos secundarios. Muchos de los antiguos antibióticos que producían estos efectos ya casi no se utilizan en pediatría.

Sin embargo, el abuso en su consumo hace que las bacterias vayan acostumbrándose cada vez más a ellos y se hagan resistentes, lo cual causa problemas graves para tratar algunos casos de enfermedades frecuentes. Esto se puede evitar siendo muy cuidadosos con su administración: los antibióticos no son necesarios ni convenientes en todas las enfermedades infecciosas, ya que no tienen ninguna utilidad frente a los virus, que son los microorganismos causantes del 80% de las enfermedades infecciosas infantiles.

Información importante sobre los antibióticos

  • Los antibióticos son medicamentos potentes: Algunos de ellos, a veces, pueden llegar a ser tóxicos para algunos tejidos del organismo o producir reacciones adversas peligrosas.

  • No debes administrarlos nunca sin la prescripción del pediatra: Porque son medicamentos potentes, deben ser utilizados previa prescripción del pediatra y nunca siguiendo recetas anteriores para enfermedades similares. El antibiótico debe adecuarse a la bacteria que causa la enfermedad, debe darse en las dosis correctas y el tratamiento debe durar un tiempo concreto.

  • Sobre todo, no debes administrárselos al niño si tiene fiebre pero la causa no está clara: El hecho de tener fiebre alta no indica la necesidad de dar antibiótico, pues la infección que causa esta fiebre puede ser de origen vírico y la administración de antibiótico sería inútil. La cantidad de fiebre, salvo en el lactante muy pequeño, no está directamente relacionada con la gravedad de la enfermedad. Aunque tu hijo tenga fiebre, no debes asustarte si su estado general es bueno.

  • Si te han recetado antibióticos para el niño/a no debes dejar el tratamiento a medias aunque ya se encuentre bien: Si empiezas a dárselos cuando el pediatra te lo indique, no dejes de hacerlo antes de que haya acabado todo el tratamiento, aunque le parezca que ya está curado/a o que no le hacen efecto. Si tienes dudas, consulta de nuevo con el pediatra.

  • Muchos efectos adversos atribuidos a los antibióticos no son ciertos: Muchos de los efectos adversos que popularmente se atribuyen a los antibióticos (debilidad, disminución de las defensas, anemia, etc.) no son ciertos. Los antibióticos no producen estos efectos ni aun en el caso de que tenga que dárselos repetidas veces o durante mucho tiempo. El antibiótico contribuye, junto a las defensas del organismo, a luchar contra las bacterias.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE ESTE TEMA:

1. Mi niño siempre tiene bronquitis, empieza con pitos y casi siempre después de los aerosoles le acaban dando antibiótico. Tuvo una neumonía. Ahora un nuevo pediatra no le quiere nunca dar antibióticos de entrada ya que no le conoce. ¿Se puede complicar?

Las bronquitis infantiles son casi siempre desencadenadas por virus respiratorios, aunque en un considerable porcentaje de niños hay una base alérgica condicionante. Por lo tanto, es correcto no dar antibiótico de entrada, sino broncodilatadores y una buena limpieza de las fosas nasales. El antibiótico sólo está indicado en caso de sobreinfección respiratoria por bacterias, siendo imprescindible la indicación del pediatra.

2. A mi niña de 3 años le dieron una vez un antibiótico de 3 días que le fue muy bien. Es muy mala para tomar medicamentos. Mi pediatra, el otro día, le mandó uno de 8 horas durante 8 días para tratar una otitis. ¿Puedo cambiarlo por el otro?

 En lo que a antibióticos se refiere, nunca debe automedicarse y menos a los niños. La azitromicina es un antibiótico del grupo de los macrólidos que se administra en una sola toma diaria y durante 3 ó 5 días según de qué infección se trate. No es el antibiótico de primera elección para otitis ya que a menudo existen bacterias resistentes. Por lo tanto, no debes cambiarlo, a no ser que tu pediatra te lo indique específicamente

3. Mi bebé de 12 meses tuvo alergia a un antibiótico que llevaba amoxicilina. A los 3 días le salieron muchas ronchas. Ahora le mandaron otro, de otra marca y se lo estoy dando y está bien, pero me he dado cuenta de que también lleva amoxicilina. ¿Debo parar el tratamiento?

 Es posible que la "alergia" que tuvo fuera una erupción cutánea causada por una infección vírica, ya que ello es más frecuente en lactantes que las reacciones alérgicas a antibióticos. La alergia cutánea a la amoxicilina puede aparecer inmediatamente después de una o dos dosis, pero también a los 8 ó 10 días posteriores. Consulta a tu pediatra o alergólogo y suspende de inmediato el tratamiento del niño en caso de aparecer nuevas lesiones en la piel.

4. Desde que empezó la guardería mi niño no para de ponerse enfermo y de tomar antibióticos. Le sientan fatal al estómago y siempre le dan diarrea. ¿Qué puedo hacer?

 En caso de diarrea importante, especialmente si existe moco o sangre en las heces, debes suspender de inmediato el antibiótico. En caso de deposiciones sueltas, si el antibiótico es necesario, los alimentos de tipo probiótico (yogures o derivados con bífidus, por ejemplo) o los preparados a base de lactobacilos pueden mejorar la flora intestinal y ayudar a que el antibiótico sea mejor tolerado. Consulta A tu pediatra.

5. ¿Es peligroso dar medicamentos homeopáticos en lugar de antibióticos a un niño con infección respiratoria?

Lo que es peligroso es que lo decidan los padres sin un correcto diagnóstico médico. Las infecciones de origen bacteriano pueden ser graves si no se instaura un correcto tratamiento antibiótico, pero en la mayoría de ocasiones las infecciones respiratorias son de causa vírica y no precisan antibióticos para su tratamiento. Consulta a tu pediatra o médico homeópata en cada caso.

6. Mis cuñados viven en Holanda y allí casi nunca usan antibióticos para curar a sus hijos pequeños. En cambio aquí, mi pediatra casi siempre me acaba dando antibiótico. ¿Es normal?

En cada caso se deben tomar decisiones médicas individualizadas. En muchos países europeos, los niños no acuden a guarderías desde tan corta edad como en el nuestro y no padecen tantas infecciones causadas por bacterias. Tampoco tienen el nivel de resistencias bacterianas a distintos antibióticos como en nuestro país. De todos modos, la mayoría de infecciones respiratorias son de causa vírica y no precisan antibióticos para su tratamiento. Consulta con tu pediatra sobre sus preocupaciones sobre el tema y te ayudará a tomar la decisión correcta en cada caso.

7. Si mi niño ya se encuentra bien, ¿por qué debo acabar los 8 días de antibiótico? He leído que no es bueno tomar antibióticos tanto tiempo.

El antibiótico debe adecuarse a la bacteria que causa la enfermedad, debe darse en las dosis correctas y el tratamiento debe durar un tiempo determinado. Nunca debe suspenderse antes de tiempo ya que ello puede favorecer que las bacterias se hagan resistentes al antibiótico.

8. Mi hijo siempre tiene fiebre alta y muchas veces no le mandan antibióticos cuando está enfermo ya que mi pediatra no es muy partidario a ellos. Yo paso mucho miedo con la fiebre y tengo miedo de que se complique. ¿Qué puedo hacer?

El hecho de tener fiebre alta no indica la necesidad de dar antibiótico, pues la infección que causa esta fiebre puede ser de origen vírico y la administración de antibiótico sería inútil. La cantidad de fiebre, salvo en el lactante muy pequeño, no está directamente relacionada con la gravedad de la enfermedad. Aunque el niño tenga fiebre, no debes asustarte si su estado general es bueno, aunque si la fiebre persiste más de 3 días o se deteriora su estado general es conveniente volver a consultar.

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