Consejos para cuidar la zona del pañal

El cambio de pañales de tu bebé es tan importante en el cuidado del niño como la alimentación. Si conoces bien los aspectos básicos podrás mantener al niño seco y cómodo sin ningún problema, y cuidar la zona del pañal del bebé de la mejor manera.

La verdad al desnudo

Uno de los puntos más importantes es aplicar el sentido común. Tu objetivo es mantener al niño seco y cómodo. Antes de empezar a cambiarlo reúne todo lo que necesitas:

  • Pañal limpio.

  • Pomada protectora, si lo crees necesario

  • Una toallita húmeda.

Recuerda...

  • No dejar nunca solo al niño en la superficie donde lo cambias. Incluso los recién nacidos pueden moverse y sufrir caídas accidentales.

  • Quitar el pañal sucio. Tanto si el pañal está sólo mojado como si hay una deposición limpia con una toallita húmeda. No es necesario usar jabón. Si no puedes limpiarlo sólo con agua usa un jabón suave (todos los jabones hacen que la piel pierda importantes aceites naturales de la piel). Para sugerencias relacionadas con el cuidado del cordón umbilical puedes consultar los artículos relacionados con este tema en dodot.com.

  • Si el niño ha defecado, limpia sus nalguitas con una toallita húmeda o un paño con agua tibia y seca la zona con suavidad. No es necesario usar jabón, a menos que tu bebé tenga diarrea y no puedas limpiarlo sólo con agua. Usa un jabón suave sólo cuando sea necesario; todos los jabones hacen que tu bebé pierda importantes aceites naturales de la piel.

  • Si lo crees conveniente, aplica crema protectora antes de colocar un pañal nuevo. Evita el uso de talco puesto que no ayuda a prevenir las erupciones y puede ser dañino si el bebé lo inhala.

  • Cuando el niño empiece a crecer es recomendable mantener algunos juguetes a su alrededor para que se distraiga.

HERRAMIENTAS DE PAÑALES

Calculadora de Pañales

Averigua la talla de pañal de tu bebé, cuántos pañales necesitará al día y durante cuánto tiempo, gracias a nuestra sencilla herramienta.

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Sugerencias para cambiar a las niñas:

Limpiar de delante hacia atrás para proteger los genitales de las deposiciones. Es normal que durante los primeros días posteriores al nacimiento, aparezcan pequeñas cantidades de sangre o secreciones. Tu niña está, simplemente, adaptándose a los cambios hormonales que siguen al nacimiento.

Sugerencias para cambiar a los niños:

  • Limpia de delante hacia atrás.

  • Si tu niño no ha sido circuncidado no intentes retraer el prepucio para limpiar la zona. Poco a poco se irá retrayendo espontáneamente y, por lo general, se habrá retraído completamente cerca de los tres años.

  • Los padres expertos recomiendan cubrir el pene del niño con un pañal o un babero mientras se efectúa el cambio para no recibir... ¡una ducha sorpresa!

Cómo evitar las erupciones cutáneas en la zona del pañal

Todos los niños que usan pañal tienen el riesgo de sufrir erupciones cutáneas. ¿Cuáles son los factores que se relacionan con la aparición de erupciones o sarpullidos en la zona del pañal?

Varios factores:

  • La humedad en la piel de tu bebé.

  • Las enzimas intestinales que se encuentran en las heces de tu bebé.

  • El amoníaco que se origina por la combinación de la orina y las heces.

  • Los pañales rígidos o la irritación causada al limpiar con excesiva intensidad la zona del pañal.

Consejos para evitar dentro de lo posible las erupciones o irritaciones cutáneas de la zona del pañal:

  • Cambia los pañales con frecuencia.

  • Usa pañales desechables superabsorbentes.

  • Aplica una capa delgada de crema con óxido de zinc o vaselina en las nalguitas del niño, a modo de protección adicional contra la humedad. Deja a tu bebé sin pañal durante un rato todos los días.

¿Cuándo cambiar a tu bebé?

En tu calidad de padre o madre, eres tú quien está mejor capacitado para saber cuándo cambiar a tu bebé. Por lo general, puede suceder que cambies a tu hijo recién nacido hasta unas 10 veces al día. Puede parecer demasiado, pero recuerda que varios pañales mojados significan que tu bebé está nutriéndose bien y procesando los alimentos normalmente.

Si decides utilizar pañales de tela, asegúrate de cambiar a tu bebé con mayor frecuencia, ya que estos pañales no tienen el mismo poder de absorción que los desechables ni aíslan la humedad de la piel tan eficazmente como los desechables.

A medida que el niño comience a crecer, vas a tener que cambiarlo cada vez menos, aunque siempre en los horarios habituales, vale decir, cuando se levanta en las mañanas, antes o después de comer, después de la siesta y antes de acostarse. Sin embargo, recuerda que para prevenir el sarpullido en el área del pañal lo más importante es mantener seco a tu bebé.

Diuresis

Los bebés no tienen horario en cuanto a la orina. Los recién nacidos tienen los músculos de la vejiga poco desarrollados, por lo que no pueden contenerse en absoluto. Pueden mojar los pañales con una frecuencia que va desde una vez por hora hasta cuatro veces al día y, aun así, estar dentro de un margen normal. Esto se aplica también a los bebés más grandes. Sin embargo, por lo general, podrías cambiar aproximadamente unos seis pañales mojados al día (de cuatro a seis pañales desechables y de seis a ocho pañales de tela).

Durante los primeros días después del nacimiento, la orina del niño será muy pálida y gradualmente adoptará un color amarillo más oscuro, a medida que se vaya concentrando. También es posible que encuentres una mancha rosácea en el pañal de tu bebé. Lo más probable es que se trate de orina concentrada. No hay de qué preocuparse si el niño está usando cuatro o más pañales diarios. Sin embargo, si este tipo de manchas persiste durante algunos días o te das cuenta de que hay sangre en las heces o en la orina, llama a tu pediatra para comentárselo inmediatamente.

Deposiciones

La primera deposición de tu bebé va a ser una sustancia compacta, verde oscura o negra que se conoce como meconio, que estaba en los intestinos del bebé antes de su nacimiento. En el momento en que el niño elimine esta sustancia comienza la digestión normal y sus deposiciones comenzarán a ser más blandas y claras.

La consistencia y el color de las deposiciones refleja el menú de la casa:

  • Los bebés amamantados tendrán deposiciones más blandas, casi líquidas, similares a la mostaza con semillas.

  • Los bebés que se alimentan con fórmula tendrán deposiciones más duras, de color marrón o amarillo.

  • Las deposiciones de los bebés más crecidos adoptarán el color y la consistencia de lo que hayan comido recientemente.

La frecuencia de las deposiciones varía según el niño y según la edad de éste. Algunos bebés defecan después de cada comida. Otros defecan sólo una vez a la semana. Si las heces de tu bebé son muy duras o secas o si te das cuenta de que hay grandes cantidades de sangre, mucosa o agua en ellas, contacta con tu pediatra.

Dado que las heces de un recién nacido son, por lo general, algo líquidas, es difícil saber si se trata de diarrea. Debido a que tú eres la persona que mejor conoce el ritmo y las características de las deposiciones de tu bebé, observa si hay un aumento repentino en la frecuencia o si son inusualmente líquidas o distintas en cualquier aspecto al de una deposición normal.

Artículo realizado por el Dr. Anthony J. Mancini.

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