Pasos para el uso del orinal en niños de 12 a 36 meses
El entrenamiento para el uso del orinal es un proceso bastante sencillo compuesto por varias etapas que el niño podrá dominar en unos cuantos días o en unos cuantos meses. Es probable que si esperas hasta que tu hijo esté listo, el proceso resulte mucho más grato para ambos. Recuerda que éste es un proyecto de tu hijo, no tuyo.
Desde principio a fin, el entrenamiento incluye:
Explicarle al niño lo que esperas de él.
Que el niño te diga que tiene que ir al baño.
Desvestirse.
Orinar o defecar.
Limpiarse.
Vestirse.
Tirar de la cadena.
Lavarse las manos.
Cada etapa tomará su tiempo; por eso, recuerda reforzar el éxito del niño con elogios cada vez que termine una de ellas. El momento de pasar a la siguiente etapa, dependerá del ritmo y del dominio que el niño haya alcanzado en la etapa anterior. Si bien es cierto que el objetivo a largo plazo es importante, los pequeños logros también lo son. Recuerda que, al principio, el éxito radica en que tu hijo entienda para qué sirve el orinal, no en que domine todo el proceso.
Para indicarle qué es lo que esperas de él, sigue estos pasos:
Compra un orinal.
Muchos niños se sienten más seguros en un orinal que en la taza del váter. Esto se debe a que cuando el pequeño se sienta en el orinal, tiene los pies sobre el suelo lo cual le hace sentir seguro, pues no teme caer al suelo o dentro de la taza. Si el niño le tiene miedo al orinal, no le obligues a usarlo. Suspende el entrenamiento por uno o dos meses. Dale tiempo para que se acostumbre a la idea de usar el orinal y para que se sienta cómodo con él.
Permite que el niño se familiarice con el orinal.
Antes de empezar a usar el orinal, deja que tu hijo lo mire, lo toque y se sienta cómodo con él. Dile que es 'su' orinal.
Coloca el orinal en un lugar conveniente para tu hijo.
No es necesario que el orinal esté sólo en el baño. Déjalo en el cuarto de juegos, cerca de la cama, en el patio o en cualquier lugar donde juegue tu hijo, para que pueda usarlo cuando tenga ganas.
Para comenzar, deja que el niño se siente en el orinal una vez al día, completamente vestido, para que se acostumbre. Además, permite que el pequeño se levante del orinal en cualquier momento. Nunca le obligues a que se quede sentado durante mucho tiempo.
Cuando tu hijo se sienta cómodo al estar sentado en el orinal vestido, haz que se siente sin ropa. Ésta es la siguiente etapa lógica que permitirá al niño acostumbrarse a la idea de desvestirse antes de ir al baño
Cuando tu hijo haga una deposición en el pañal, deja que vea como tiras las heces en el orinal. Esto le ayudará a entender que es ahí adonde deben ir a parar. Explícale al niño que ése es el lugar para la orina y las heces; tu pequeño debe entender la importancia de poner cada cosa en su lugar.
Ten paciencia y sé positivo.
Tal como ocurre con todas las habilidades recién adquiridas, con el tiempo tu hijo dominará el control de sus esfínteres.
Otras sugerencias útiles:
Viste a tu hijo con pantalones sueltos y fáciles de quitar.
Enséñale a vestirse y desvestirse para cuando tenga que usar el orinal. Cuando el niño se sienta cómodo sentado en el orinal con la ropa puesta, prueba sin ella.
Fomenta la imitación.
Puedes poner a tu hijo a tu lado, sentarte en la taza del váter y dejar que él también se siente en su orinal.
Permite que tu hijo orine sentado.
Al principio, tanto los niños como las niñas deben aprender a usar el orinal de esta manera. Si los niños aprenden a orinar de pie, es probable que después no quieran sentarse para defecar.
Observa las señales del niño.
Muecas, gruñidos, posturas u otro comportamiento no habitual podrían indicarte en qué momento tu hijo necesita evacuar. Cuando lo veas haciendo esto, pregúntale si tiene ganas de ir al lavabo.
Pregúntale si quiere que le ayudes a quitarse los pantalones.
Recuérdale si necesita ir al baño. No olvides felicitarlo cuando te diga que necesita usar el orinal, independientemente de si fue necesario que tú se lo recordaras o no.
Deja que tu hijo tire la cadena, pero sólo si quiere hacerlo.
A algunos niños no les gusta o les asusta el sonido del agua del baño. Además, intenta tranquilizar a tu hijo si le perturba el hecho de que sus heces desaparezcan al tirar la cadena.
Cuida la piel del pequeño.
Para mantenerlo limpio y seco, puedes cambiarle la ropa de forma regular.
No le dejes con la ropa sucia como parte de su método de entrenamiento para el baño.
Una vez que tu hijo haya aprendido a usar bien el orinal varias veces al día, quizás esté listo para empezar a usar ropa interior. Al principio, pónsela sólo durante algunos momentos del día. Asimismo, como los pañales son muy tranquilizadores, no te apresures en sacárselos.
Ponte de acuerdo con las otras personas que cuidan a tu hijo.
Asegúrate de coordinar tus planes de entrenamiento con cualquier persona que esté con el niño durante el día (niñeras, abuelos, personal de la guardería infantil, etc.). Es importante que ellos tengan clara la forma en que quieres entrenar a tu hijo. Esto permitirá que el niño reciba el mismo mensaje durante el día, cuando tú no estés en casa, que durante la noche y el fin de semana, cuando tú sí estás con el pequeño.
Prepárate para enfrentarte con algunos "accidentes".
Durante este proceso de aprendizaje, es normal que de vez en cuando el niño aguante la evacuación de orina o heces. Si el niño aguanta constantemente sus deposiciones, es posible que se produzcan heces duras, lo cual, a su vez, hará que al pequeño le resulte doloroso ir al baño.
Para mantener las deposiciones blandas, puedes consultar a su pediatra y pedirle que te sugiera algunos cambios en la dieta (darle más agua, alimentos ricos en fibra, etc.). Cuando las heces estén más blandas, tranquiliza al niño y dile que cuando trate de evacuar no le va a doler.
Artículo realizado por el Dr.T. Berry Brazelton y la Dra. Ann C. Stadtler.
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