Comidas saludables para tu bebé
Ahora que el niño come alimentos sólidos, estás en el momento preciso para proporcionarle comidas y tentempiés saludables. En realidad, los niños de corta edad necesitan comer cinco o seis veces al día, por lo tanto, los tentempiés deberían llamarse minicomidas. Esto no es necesariamente tan difícil como parece. Los tentempiés saludables son fáciles de conseguir una vez que sepas lo que buscas.
Alimentos que deben evitarse:
Algunos alimentos son muy peligrosos para los niños de esta edad, ya que pueden producir asfixia. Entre éstos se incluyen:
Salchichas (salvo que estén cortadas en muy pequeños trozos).
Uvas y tomates enteros.
Caramelos grandes y duros, incluidos los masticables.
Nueces, palomitas de maíz.
Zanahoria cruda, apio, judías verdes o cualquier verdura dura.
Semillas de calabaza, de girasol...
Grandes trozos de alimentos como carne, patatas no troceadas o chafadas.
Comentario sobre el zumo
El zumo es una bebida dulce altamente adictiva para el niño. De ti depende asegurarte de que tu niño no se habitúe demasiado a él. ¿Qué tiene de malo el zumo? Nada, si se lo das en cantidades pequeñas, es decir, no más de 100 a 200 g al día. Una cantidad mayor de zumo al día implica consumir demasiado azúcar y se relaciona con la diarrea infantil que contribuye a una nutrición deficiente. El zumo en exceso desplaza a otras alternativas más sanas como la leche y los alimentos sólidos. El zumo dado en biberón se relaciona con las infecciones en los oídos y con las caries. En países desarrollados, la causa más común de la desnutrición es ¡beber demasiado zumo!
Una pequeña taza (no biberón) de zumo para acompañar una comida está bien, pero asegúrate de que el zumo no se convierta en el plato principal. El zumo natural de frutas es mejor que las "bebidas con sabor a fruta", las bebidas de cóctel u otros productos artificiales. Lee las etiquetas de los envases y evita que el monstruo del zumo se apodere de la hora de la comida. A continuación presentamos algunas sugerencias para pequeños comilones de diferentes edades y apetitos.
1 año
Al parecer, el niño de 1 año ya no come, pues su apetito y su velocidad de crecimiento han disminuido. Mayor razón para tentarlo con comidas sabrosas y sanas. A esta edad, los bebés están listos para los "bocadillos". Los huevos son una buena fuente de nutrición equilibrada. Los bebés pueden utilizar el hierro adicional que se encuentra en la yema de huevo.
Sin embargo, algunos niños pueden ser alérgicos a la clara de huevo, por lo tanto, presta atención a cualquier reacción. Los huevos revueltos son una opción deliciosa que no produce asfixia y que puede consumirse a cualquier hora del día. No te preocupes del colesterol. Los niños necesitan más que tú. Tres o cuatro huevos a la semana están bien. Las frutas frescas son mejores que el jugo de fruta.
Mientras que los zumos de fruta contienen principalmente azúcar, las frutas en sí son grandes fuentes de vitaminas y otras sustancias nutritivas. ¡Dale a tu hijo pequeñas rodajas de melocotón fresco y jugoso o plátanos maduros y verás como no puede resistirse! El puré de manzana es otra forma ingeniosa de darle fruta al niño. ¡Prepárate para que todo quede sucio! Las tiras de queso o los pequeños cubitos de queso son una buena forma de proporcionarle calcio en caso que no le guste la leche... o incluso si le gusta.
El queso fresco también les encanta. Las galletas suelen ser un acierto. Las zanahorias y las judías verdes, cocidas y en cubos, constituyen un sabroso tentempié. Por favor, no le des guisantes enteros. Las patatas, cocidas y en cubos, resuelven el problema. Cuidado con el hábito de las patatas fritas. Comer demasiadas significa consumir grasa y sal en exceso.
18 meses
A esta edad, tu pequeño necesita ser alimentado dos o tres veces al día, además de las comidas. Prueba éstos:
Plátanos maduros, ya sean troceados o enteros (será más divertido para el niño, pero tú tendrás más que limpiar).
Tostadas, el mejor alimento para un niño de corta edad. Prueba a esparcir una capa delgada de queso crema para darle un mayor aporte nutricional.
Tiras de queso o rebanadas de queso americano, cubos de queso cheddar. Cualquiera sirve para este propósito. Si encuentras un queso que le guste a tu pequeño, dáselo.
Cereales. Pon un poco de cereal en una taza para el tentempié de la tarde. Tomarlos uno por uno es parte de lo que les atrae a los niños de corta edad.
Barras de arroz sin sal. Son grandes y divertidas para las pequeñas manos que las sostienen. Estos refrigerios crujientes se deshacen en su boca.
2 años
Vigila la dieta del niño para asegurarte de que está consumiendo suficientes sustancias nutritivas importantes como hierro, calcio, vitaminas B y proteínas. Con ese apetito caprichoso de estos días, es difícil saber si está obteniendo lo que necesita cada día.
Aquí te presentamos algunos alimentos muy nutritivos que constituyen excelentes tentempiés masticables para tu pequeño:
Huevos revueltos, huevos duros. Constituyen una gran fuente de hierro y proteínas. Prepara tortillas pequeñas y córtalas en pedazos del tamaño de un bocado.
Tiras de queso, rebanadas y cubos de queso. Son una forma inteligente de hacer que tu niño consuma calcio y proteínas.
Palitos de pescado. Es una de las comidas favoritas y una buena fuente de calcio. ¡Combínalos con un delicioso puré de patatas para agregar carbohidratos y obtendrás una comida completa!
Palitos de pan sin sal, barras de arroz sin sal, tostadas. Cualquier producto de granos es una buena fuente de vitamina B y, por lo general, a los niños de corta edad les gustan porque son relativamente blandos. Prueba a esparcir un poco de queso crema sobre una rebanada de pan blando para obtener una combinación rica en proteínas y carbohidratos.
Rodajas de manzana, rodajas de melocotón, ciruelas, rodajas de naranja. No puedes equivocarte si le das fruta fresca.
Fruta seca, cortada en pedazos. Asegúrate de quitar los huesos de las ciruelas pasas o dátiles que uses. A los niños de corta edad les encanta tomar la fruta seca picada desde su taza favorita.
"Arbolitos", es decir, pedazos de coliflor cocidos al vapor, colocados verticalmente sobre el puré de patatas. Si se les da desde el principio, pueden convertirse en sus refrigerios favoritos.
Minipizzas.
3 años
Con todas sus actividades diarias y una imaginación creciente, un niño de 3 años está ocupado todo el día, lo que hace que una buena alimentación sea más importante que nunca.
Huevos revueltos, huevos duros. Constituyen una gran fuente de hierro y proteínas. Prepara tortillas pequeñas y córtalas en pedazos del tamaño de un bocado.
Tiras de queso, rebanadas y cubos de queso. Son una forma inteligente de hacer que tu niño consuma calcio y proteínas.
Palitos de pescado. Es una de las comidas favoritas y una buena fuente de calcio. ¡Combínalos con un delicioso puré de patatas para agregar carbohidratos y obtendrás una comida completa!
Palitos de pan sin sal, barras de arroz sin sal, tostadas. Cualquier producto de granos es una buena fuente de vitamina B y, por lo general, a los niños de corta edad les gustan porque son relativamente blandos. Prueba a esparcir un poco de queso crema sobre una rebanada de pan blando para obtener una combinación rica en proteínas y carbohidratos.
Rodajas de manzana, rodajas de melocotón, ciruelas, rodajas de naranja. No puedes equivocarte si le das fruta fresca.
Fruta seca, cortada en pedazos. Asegúrate de quitar los huesos de las ciruelas pasas o dátiles que uses. A los niños de corta edad les encanta tomar la fruta seca picada desde su taza favorita.
Los batidos de fruta son un acierto a esta edad. Adórnalos con una pajita y tendrás la especialidad de una heladería.
"Arbolitos", es decir, pedazos de coliflor cocidos al vapor. Si se les das desde el principio, éstos pueden convertirse en sus tentempiés favoritos.
Atún y salmón. Mézclalos con yogur para que puedan esparcirse e inventa deliciosos y nutritivos emparedados.
Pan.
Galletas. Elige las rellenas con higo o las variedades de avena, en lugar de las que contienen azúcar.
Ahora que el niño asiste al jardín de infancia, aquí te presentamos algunas pautas generales para alimentarlo:
Elige refrigerios ricos en carbohidratos complejos, como pan, palitos de pan, galletas y ensaladas de pastas.
Para que sean aun más nutritivos, agrega un poco de proteínas y grasa, como queso crema o mantequilla.
Si tu hijo te ayuda a preparar un refrigerio, hay más posibilidades de que lo consuma. ¡Ponlo a trabajar!
Evita la gran cantidad de refrigerios para niños que venden en el mercado y que tienen un alto contenido de sal, grasa y azúcar.
Lee cuidadosamente las etiquetas de los productos alimenticios, incluso aquellos fabricados especialmente para niños pequeños.
Trata de calcular cuánta sal o grasa consume tu hijo diariamente. Por ejemplo, la cuarta parte del consumo recomendado de sal al día es una cantidad demasiado alta para un solo refrigerio. A los 3 años, tu hijo necesita menos grasas y ácidos grasos que antes.
Pregunta a tu pediatra si está listo para comenzar a beber leche con bajo contenido de grasa. Sin embargo, recuerda que la leche desnatada tiene un contenido de grasas demasiado bajo para los niños pequeños.
Los productos lácteos son importantes, pero no te excedas. Tu hijo necesita entre 400 a 600 cc de leche (o productos lácteos como el yogur o el queso) al día para tener huesos fuertes y un crecimiento sano. Pero si le das más, tu hijo podría perder el apetito por otros alimentos que contienen sustancias nutritivas importantes que la leche no contiene.
Es posible que los cereales para el desayuno se conviertan en un alimento esencial. Es una buena elección para una comida o refrigerio, siempre que elijas un cereal con poco azúcar.
Artículo realizado por la Dra. Suzanne Dixon.
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