Cómo arrullar a tu bebé paso a paso
Los arrullos pueden ser beneficiosos durante los primeros días de vida de tu bebé. Sigue leyendo para saber más sobre esta técnica y descubre cómo hacerlo paso a paso, cuáles son los beneficios y cuánto tiempo es seguro mantenerlo en esa posición.
¿Qué son los arrullos?
Los arrullos son una técnica sencilla en la que se envuelve a un bebé con una manta para calmarlo. Es adorable, ya que parecerá un burrito.
Claves para mejorar el sueño del bebé Los arrullos son muy sencillos y tienen muchos beneficios. Además de mantener a tu bebé abrigado y seguro, reducen los posibles reflejos que pueden interrumpir el sueño. En este artículo, te explicamos paso a paso cómo arrullar a tu hijo. Lo mejor es que solo necesitas una manta suave. Dos consejos: envuélvelo con los brazos a los lados y deja suficiente espacio alrededor de las caderas para que pueda moverlos. Quítale la manta cuando comience a darse la vuelta (es decir, en torno a los dos meses). |
¿Cuáles son los beneficios de arrullar a los bebés?
Los beneficios de arrullar a tu bebé incluyen:
Mantenerlo abrigado mientras duerme.
Limitar el reflejo de sobresalto, que puede despertarle durante el sueño.
Darle una sensación de seguridad y protección, ya que imita el ambiente del útero.
Mantenerlo tranquilo, incluso si tiene cólicos.
Consolarle durante un proceso incómodo (por ejemplo, una vacuna).
¿Cómo se arrulla a un bebé paso a paso?
Antes de arrullar a tu peque, deberás conocer la técnica para hacerlo de forma segura. Echa un vistazo a esta imagen y a las instrucciones a continuación, que incluyen una guía paso a paso:
Extiende una manta sobre el cambiador, la cama o el suelo y dobla uno de los picos.
Coloca al bebé bocarriba sobre la manta y apoya su cabeza sobre el pico doblado.
Dobla el pico derecho sobre tu bebé (con el brazo derecho hacia abajo a un lado) y mete el extremo de la manta debajo del cuerpo.
Coloca el pico inferior de la manta sobre los pies.
Dobla el pico izquierdo sobre tu bebé (con el brazo izquierdo hacia abajo a un lado), dejando expuestos solamente la cabeza y el cuello.
Comprueba que la manta no esté demasiado apretada alrededor de las caderas y las piernas, y que la parte inferior del cuerpo pueda moverse libremente. Arrullar a un bebé con demasiada fuerza puede provocar displasia o dislocación de cadera.
¿Qué tipo de arrullo debes usar con tu bebé?
Una manta adecuada para los arrullos puede estar hecha de algodón o de una mezcla de algodón, lino, muselina y otros materiales naturales. Te recomendamos elegir una tela transpirable para evitar que tu peque pase mucho calor.
Aparte de una manta, también puedes usar un abrigo o un saco de dormir, que suelen ser más fáciles de colocar. Valora todas las opciones antes de comprar nada. También puedes usar una sabanita, como la que te sirvió para llevar a tu recién nacido a casa desde el hospital.
¿Cuándo debes arrullar a tu recién nacido?
Puedes arrullar a tu recién nacido antes de dormir por las noches, en la siesta o cuando necesite alivio para las molestias de los cólicos. Es una buena forma de mantenerlo abrigado, tranquilo y seguro. Además, lo más seguro es que la calidad del sueño mejore.
¿Cuándo debes dejar de arrullar a tu recién nacido?
Por lo general, no pasa nada por arrullar a un bebé durante los primeros meses de vida. No obstante, la American Academy of Pediatrics recomienda dejar esta práctica cuando tu pequeño aprenda a darse la vuelta (es decir, en torno a los dos meses de edad). Consulta al pediatra si tienes alguna duda.
¿Debes arrullar a tu bebé con los brazos hacia arriba o hacia abajo?
Según la técnica de arrullo adecuada, los brazos del bebé deben colocarse hacia abajo a ambos lados del cuerpo. Evita cruzarlos sobre su pecho y que sobresalgan de la manta.
¿Pasa algo si no arrullas a tu recién nacido?
El arrullo no es un requisito, y algunos expertos dicen que ni siquiera está recomendado. Si no sabes si hacerlo o no, consulta al pediatra.
Si necesitas una demostración sobre cómo arrullar a tu hijo para tomar una decisión informada, los médicos o las enfermeras del hospital donde nació pueden enseñarte cómo se hace.
¿Cómo puedes arrullar a tu bebé de forma segura?
Para que tu pequeño esté seguro, sigue estos consejos a la hora de arrullarlo:
Colócalo siempre bocarriba en la cuna, independientemente de que esté envuelto o no. Esto es crucial, ya que reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Asegúrate también de que no haya mantas, peluches, almohadas, ropa de cama ni artículos blandos en la cuna. Como el bebé estará bastante abrigado y cómodo, no necesitará más mantas.
Dado que arrullar a un bebé puede mejorar la calidad del sueño, puede que le cueste más despertarse. Esto también puede aumentar el riesgo de SMSL.
Arrullar al bebé con demasiada fuerza puede hacer que desarrolle problemas en la cadera. Si caben dos o tres dedos entre el pecho del bebé y la manta, significará que lo has envuelto bien.
Asegúrate de que el bebé no tenga demasiado calor cuando le arrulles. Si ves que está sudando, tiene el cabello húmedo y las mejillas sonrojadas, le ha aparecido un sarpullido por calor o respira aceleradamente, lo más probable es que esté demasiado cubierto.
Conclusiones
Arrullar a tu recién nacido tiene muchos beneficios, como consolarlo y mejorar la calidad del sueño. No obstante, también existen algunos riesgos. El pediatra te ayudará a sopesar los pros y los contras si no sabes si hacerlo o no.
Si decides seguir adelante con los arrullos, echa un vistazo a nuestra guía paso a paso o pide a un médico o una enfermera que te enseñe cómo se hace. En poco tiempo, serás toda una profesional envolviendo a tu pequeño como si fuera un burrito.
¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.
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