¿Cuáles son los síntomas de la depresión posparto?
Acabas de tener un bebé precioso y quieres estar feliz por ello. Sin embargo, te abruman los sentimientos de miedo, duda, tristeza y confusión. Sentirte así, sobre todo durante los primeros meses de vida de tu hijo puede ser totalmente normal. Hay un nuevo miembro en la familia, duermes poco y tienes muchas cosas que hacer. No obstante, si tus sentimientos te impiden hacer vida normal, es posible que tengas depresión posparto. Esta afección no es un defecto ni un signo de debilidad, ya que puede considerarse una complicación de dar a luz. Sigue leyendo para averiguar qué es la depresión posparto, cuáles son los síntomas y cómo puedes controlarlos junto con el plan que determine tu médico.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es una afección médica que provoca que las nuevas madres tengan pensamientos negativos persistentes durante los meses posteriores a dar a luz. En este artículo te mostramos algunos de los síntomas principales de esta afección. Puede ocurrir después de cualquier parto, no necesariamente del primero. Por lo general, comienza durante las tres semanas posteriores al nacimiento del bebé, pero en algunas mujeres puede desencadenarse varios meses o incluso un año después.
¿Es común la depresión posparto?
Sí, mucho más de lo que piensas. Aproximadamente una de cada siete mujeres que han dado a luz experimenta este problema. Además, alrededor de la mitad de personas diagnosticadas con depresión posparto pueden comenzar a tener síntomas durante el embarazo. Por lo tanto, si crees que tienes depresión posparto o te la han diagnosticado recientemente, es fundamental que sepas que no estás sola. Con el tiempo, comenzarás a sentirte mejor de nuevo.
¿Cuánto puede durar la depresión posparto?
Tu situación personal y el plan de tratamiento de tu médico influirán mucho en el fin de este problema. En algunas mujeres, los síntomas pueden alcanzar su punto álgido después de unas semanas, aunque persisten entre 3 y 12 meses más. Recibir tratamiento cuanto antes puede ayudarte a controlar y curar la afección.
La depresión posparto no debe confundirse con el baby blues, que se da cuando sientes tristeza y ansiedad o tienes dificultades para dormir. Estos síntomas más leves suelen comenzar unos días después de dar a luz, pero desaparecen tras un par de semanas. Aunque te encuentres muy mal, te garantizamos que la sensación pasará muy pronto. La depresión posparto tampoco debe confundirse con un trastorno del estado de ánimo poco común llamado «psicosis posparto», cuyos síntomas son más graves (por ejemplo, alucinaciones).
Síntomas de la depresión posparto
El primer paso es reconocer que puedes tener depresión posparto. Los síntomas incluyen, entre otros:
Tristeza
Cambios de humor
Llanto excesivo
Dificultad para establecer lazos afectivos con tu bebé
Alejamiento de tus seres queridos
Pérdida de apetito
Aumento drástico de la ingesta de comida
Imposibilidad de conciliar el sueño (insomnio)
Exceso de sueño
Fatiga excesiva o falta de energía
Menor interés o placer en las actividades que sueles disfrutar
Irritabilidad e ira intensas
Miedo a no ser una buena madre
Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o insuficiencia
Disminución de la capacidad de concentración
Disminución de la capacidad para realizar las tareas diarias
Ataques graves de ansiedad y pánico
Pensamientos de hacerte daño a ti misma o al bebé
Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Tu médico es la persona más adecuada para diagnosticar si tienes depresión posparto. No obstante, puede que te preguntes si estás experimentando alguno de los síntomas enumerados anteriormente antes de consultar al médico. También debes plantearte si:
Cualquiera de estos síntomas ha durado más de dos semanas.
Los síntomas empeoran en lugar de mejorar.
Te resulta difícil cuidar a tu bebé.
Te resulta difícil realizar las tareas diarias.
Causas y factores de riesgo
Aunque no se conoce la causa exacta la depresión posparto, es probable que se desencadene por una combinación de factores físicos y emocionales, por ejemplo:
Cambios hormonales. Una caída drástica de los niveles de hormonas del embarazo después de dar a luz, como el estrógeno y la progesterona, puede contribuir a los cambios de humor. Además, también pueden disminuir los niveles de otras hormonas producidas por la glándula tiroides, lo que causa cansancio, tristeza y lentitud.
Dificultades para dormir. Recuperarse del parto y cuidar de un recién nacido puede afectar a la capacidad de descanso de las nuevas madres. Este déficit de sueño se acumula y provoca malestar físico y agotamiento, que pueden derivar en síntomas de depresión posparto.
Problemas emocionales. Estás inmersa en un periodo de grandes cambios. Sentirte abrumada o menos atractiva, luchar con tu sentido de identidad y creer que has perdido el control de tu vida también pueden propiciar la depresión posparto.
Los factores de riesgo de la depresión posparto son, entre otros:
Un historial de depresión, ya sea durante el embarazo o en otros momentos.
Una depresión posparto tras dar a luz anteriormente.
Miembros de la familia que han tenido depresión u otros problemas del estado de ánimo.
Factores estresantes durante el embarazo, aunque no estén relacionados directamente con este periodo.
Un bebé que tiene problemas de salud u otras necesidades especiales.
Dificultades para dar el pecho.
Problemas con tu pareja.
Un sistema de apoyo débil.
Problemas económicos.
Un trastorno bipolar.
Si has tenido depresión posparto antes, informa a tu médico en cuanto sepas que estás embarazada. De este modo, podrá tomar cualquiera de estas medidas:
Supervisarte para detectar cualquier síntoma.
Facilitarte un cuestionario de detección de depresión durante el embarazo y después del parto.
Sugerirte que asistas a grupos de apoyo, asesoramiento u otras terapias para gestionar cualquier depresión leve.
Recomendarte antidepresivos, incluso durante el embarazo.
Recomendarte psicoterapia inmediatamente después del parto.
¿Cómo puedo gestionar la depresión posparto?
Tu médico puede ayudarte a gestionar la depresión posparto. Te comentará las opciones de tratamiento para esta afección, como la psicoterapia (también conocida como terapia de conversación o asesoramiento sobre salud mental) o los medicamentos antidepresivos.
Aunque la depresión posparto no es algo que puedas tratar por tu cuenta, estas ideas te ayudarán a establecer una base sólida para el plan de tratamiento y acelerar la recuperación:
Mantén un estilo de vida saludable. Haz ejercicio moderado a diario (por ejemplo, salir a pasear con tu bebé). Intenta descansar lo suficiente y come saludable.
Ten expectativas realistas. Te estás adaptando a tener un bebé, así que no te presiones para que todo sea perfecto.
Saca tiempo para ti. Pide a alguien que cuide a tu bebé y dedícate un rato. Sal de casa y haz algo relajante que te guste.
Conecta con otras personas. El aislamiento puede ser un problema para muchas madres. Habla con tus seres queridos sobre cómo te sientes y pide a otras madres que te cuenten su experiencia.
Comparte la carga que supone esta nueva situación. Tus seres queridos estarán encantados de ayudarte. A veces, basta con pedirlo. Este tiempo libre te permitirá tomarte el respiro que tanto necesitas.
Sigue adelante. Haz caso a las recomendaciones de tu médico y no dejes el tratamiento porque «te sientes mejor», ya que puedes tener una recaída.
¿Cómo apoyo a un ser querido con depresión posparto?
Es posible que las personas con depresión posparto no se den cuenta de que están deprimidas porque no conocen los síntomas. Si crees que un ser querido tiene depresión posparto, ayúdale a buscar atención médica cuanto antes. Ten en cuenta que, como pareja, amiga o miembro de la familia, no puedes «arreglar» el problema, pero sí estar ahí para la nueva mamá. A continuación, te sugerimos algunas cosas que puedes hacer:
Asegúrale que la situación mejorará.
Escucha y acepta sus sentimientos. Comprende que no puede controlar ningún sentimiento negativo.
Ofrécele cuidar al bebé para que pueda hacer cosas relajantes sin sentirse culpable (por ejemplo, salir a caminar o darse un masaje).
Pide a un familiar, un amigo o una niñera que cuide al bebé durante unas horas para que ella pueda dormir.
Ayúdala con los recados, las tareas del hogar o las tareas diarias para quitarle responsabilidades.
Si eres el padre del recién nacido, no olvides que también existe la depresión posparto paterna y masculina. Si tu pareja está mal, puede afectarte, porque el riesgo de depresión es mayor durante este tiempo. Si te sientes triste, prueba las herramientas que hemos mencionado anteriormente y consulta a tu médico. La depresión posparto no es culpa tuya. Desafortunadamente, muchas mujeres se sienten culpables o avergonzadas porque no encuentran ninguna razón para explicar por qué se sienten tan infelices. De hecho, algunas tienen que hacer frente a críticas o burlas hacia sus sentimientos por parte de otras personas. Recuerda que es una afección médica que requiere tratamiento, por lo que no debes pasar por ello sola. Tienes a gente que te apoya. Una vez pase la tormenta, disfrutarás al máximo del tiempo con tu bebé.
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