La bronquiolitis y bronquitis viricas infantiles de 0 a 36 meses

La bronquiolitis y bronquitis vírica es una enfermedad infecciosa propia de lactantes y niños pequeños que afecta a todo el tracto respiratorio, pero fundamentalmente a las vías de paso de aire más pequeñas del pulmón (los bronquios o los bronquiolos). La bronquiolitis está causada por diferentes tipos de virus, que también producen, en niños más mayores, catarros o enfermedades parecidas a la gripe, pero el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es su agente causal más común, seguido del de la Parainfluenza.

Los niños pequeños adquieren esta infección cuando entran en contacto con otras personas que la tienen. Generalmente, se contagian de otros niños (más probable entre los que acuden a guardería), de sus hermanos mayores o de otros miembros de la familia en los que la enfermedad se manifiesta como un simple catarro.

El virus se extiende cuando la persona infectada estornuda o tose, expulsando las secreciones que contienen el virus, y éstas entran en contacto con el niño directa o indirectamente (por ejemplo, se depositan en la superficie de una mesa, o en juguetes u otros objetos que el niño toca, y luego se lleva las manos a la boca o nariz).

Signos y síntomas

Los síntomas empiezan entre los 3 y los 7 días después de coger el virus. Suele comenzar como un catarro, con fiebre y obstrucción de la nariz. Entre 2 y 4 días después, el virus se extiende a los bronquios y bronquiolos originando irritación y estrechamiento de estas vías respiratorias, lo cual provoca que el niño tosa y emita una especie de pitido (sibilancia) cuando respira. Además, el niño afectado respira más deprisa (como si tuviera un ataque de asma) y con más dificultad.

Generalmente, en esta fase la fiebre ya ha remitido, aunque en algunos casos puede persistir. La mayoría de los niños en estas condiciones tienen poco apetito, y los niños más pequeños pueden tener problemas incluso para mamar o tomar el biberón porque se cansan al no poder respirar bien. Además, suelen dormir mal o tienen un sueño muy ligero y se despiertan a menudo. Los pitidos suelen mejorar en un periodo que va de los 3 a los 7 días, pero la obstrucción de la nariz puede durar más, y la tos puede persistir hasta 1 ó 2 semanas.

Cuándo acudir al médico

El niño requiere atención pediátrica inmediata si:

  • Cada vez respira peor.

  • Se observa un hundimiento de los espacios situados entre las costillas cuando respira.

  • El niño tiene los labios morados o azulados.

  • No puede mantenerlo despierto.

Requiere atención pediátrica en horas de consulta si:

  • El niño no quiere beber/comer como antes.

  • El niño tiene fiebre alta (por encima de 39°).

  • El niño se queja de dolor de oídos, o se tira de las orejas y está irritable.

  • El niño tiene mucha tos y mucosidad.

Tratamiento

La mayoría de los lactantes pequeños con bronquiolitis no necesitan una medicina específica, pero necesitan paciencia y cuidados para respirar y beber más cómoda y fácilmente. En climas muy secos, es recomendable poner un vaporizador o humidificador en la habitación donde duerme el niño para ayudarle a mantener las fosas nasales despejadas. Este aparato le ayudará a que las secreciones sean más fluidas y fáciles de eliminar. El agua del vaporizador no debe estar caliente, ya que no es necesario y podría provocarle quemaduras si por accidente se derramara sobre él.

Para ayudarle a respirar, puedes aspirarle la nariz de vez en cuando (cada 2 ó 3 horas) tras administrarle gotas de suero fisiológico, en las fosas nasales. También es útil levantarle un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño. Si tiene dificultad para mamar, tomar el biberón o comer, ofrécele tomas más pequeñas y más frecuentes. Piensa que, en estas condiciones, la ingestión de líquidos (agua, leche o zumos) es más importante que la de sólidos.

Para aliviarle, puede utilizarse el paracetamol (antitérmicos-analgésico) en gotas orales si la fiebre es mayor de 38.5°, pero no debe darse aspirina a niños con infecciones virales (consulte con su médico antes de dar medicamentos). En casos graves, el niño con bronquiolitis puede necesitar el ingreso en clínica para administrarle medicamentos que le dilaten los bronquios y le ayuden a respirar.

Los niños de más de 6 meses de edad, si existe mucha obstrucción bronquial que dificulta una correcta ventilación, mejoran tras la administración de broncodilatadores en inhalación, con una cámara adecuada para cada edad. Dicho tratamiento es necesario y debe administrarse en los casos más graves (aunque los niños más pequeños, pueden no responder a dichos fármacos). A veces se debe asociar algún antiinflamatorio al tratamiento, junto con una correcta ingestión de líquidos y lavados nasales.

La bronquiolitis está causada por virus y, por tanto, los antibióticos no resultan eficaces. Sin embargo, tu hijo/a puede necesitarlos si tiene además una infección bacteriana asociada (por ejemplo, una infección en los oídos). Como la tos ayuda a limpiar las vías aéreas, no está indicado el uso de medicinas que supriman la tos (antitusivos), al contrario, pueden ser perjudiciales.

En todo caso, los medicamentos broncodilatadores, especialmente si existe dificultad respiratoria o muchas sibilancias, ablandarán y aliviarán la tos. También debe evitarse el uso excesivo de descongestionantes nasales, ya que estas medicinas pueden espesar las secreciones y tener efectos colaterales perjudiciales en niños pequeños.

Otros consejos/contagio

Los niños con bronquiolitis son la principal fuente de transmisión de la enfermedad, especialmente durante los primeros días, cuando tienen fiebre, tos y estornudan. Las mucosidades nasales y la saliva pueden ser contagiosas durante 1 semana o más. En realidad, no se puede hacer mucho para evitar que los niños transmitan o adquieran este tipo de infecciones respiratorias. Tirar los pañuelos de papel sucios tras usarlos, junto con un buen lavado de manos, puede ayudar a disminuir la transmisión entre familiares.

Si la bronquiolitis es leve, no suele ser necesario limitar las actividades del niño/a porque los niños ajustan muy bien por sí mismos su actividad a su estado general. Los bebés y niños pequeños podrán volver a la guardería cuando ya no tengan fiebre, se alimenten con normalidad y se sientan bien (una tos o una secreción nasal persistentes no son motivo suficiente para que se queden en casa).

Diferencias entre una bronquiolitis o bronquitis vírica y una alergia

Las bronquitis, especialmente si son frecuentes, pueden ser difíciles de diferenciar de una alergia porque los síntomas se parecen. Las alergias tienden a producir una secreción de mucosidad relacionada con los cambios de estación o con el contacto con el polvo, humedad, etc. La alergia se acompaña de tos seca con sibilancias o pitidos, estornudos muy frecuentes y/o seguidos, picor en los ojos y lagrimeo abundante. Los niños con alergia no tienen fiebre, ronquera ni dolor muscular. Y a diferencia del resfriado, las alergias suelen durar más de dos semanas y pueden iniciarse más bruscamente tras la exposición a aquello que las produce (polvo, polen, etc.) Puesto que el tratamiento de las infecciones respiratorias víricas y de la alergia es diferente, consulta con el médico si tienes dudas.

Nota importante: Los niños pueden aspirar pequeños objetos, que originarán pitidos parecidos a los de la bronquiolitis si les llegan a los pulmones. Si el niño/a presenta dificultad para respirar de forma repentina después o mientras está jugando con objetos pequeños, acude a urgencias.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE ESTE TEMA:

1. Mi hijo siempre tiene bronquitis asmática, desde que empezó en la guardería y ahora que tiene 4 años el pediatra lo ha vacunado contra la gripe, pero sigue igual. ¿Por qué?

El virus de la gripe puede provocar complicaciones serias, sobre todo del tracto respiratorio bajo –neumonías y bronconeumonías- en pacientes propensos (ancianos, asmáticos, afectos de cardiopatías o inmunodeficientes). Los resfriados y las bronquitis víricas están causadas por diferentes tipos de virus, distintos al virus de la gripe –y por lo tanto no prevenibles con la vacunación antigripal-, que también producen en niños pequeños o más mayores catarros u otras enfermedades agudas de las vías respiratorias (el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), por ejemplo, es el agente causal más común de la bronquiolitis, seguido del virus Parainfluenza).

Hay más de 200 tipos distintos de virus del resfriado –distintos de los virus que pueden causar la gripe-, siendo los más frecuentes los del grupo de rhinovirus, por eso no sorprende que se pueda contraer esta enfermedad con cierta frecuencia. La época del año típica en que aparecen los resfriados es de septiembre a mayo, período durante el cual algunas personas susceptibles pueden padecer de 4 a 8 resfriados. Ello depende de varios factores, como la edad, la coexistencia de alguna enfermedad crónica, especialmente si afecta al aparato cardiorrespiratorio o al nivel de defensas del organismo.

En la infancia, la asistencia o no a guardería o la presencia de hermanos que sí van a guardería pueden ser factores determinantes en la incidencia del contagio de resfriados). Por norma general, si el niño va a la guardería antes del año, cogerá 1 resfriado por semana; si va antes de los 2 años, 1 cada 2 semanas, y así sucesivamente.

2. Mi hija siempre tiene bronquitis y mi pediatra me recomienda que la saque de la guardería hasta que tenga 2 ó 3 años. ¿Tiene razón?

Generalmente, las infecciones agudas de la vía respiratoria se contagian de otros niños (más probable entre los que acuden a guardería), de sus hermanos mayores o de otros miembros de la familia en los que la enfermedad se manifiesta como un simple catarro.

El virus se extiende cuando la persona infectada estornuda o tose, expulsando las secreciones que contienen el virus, y éstas entran en contacto con el niño directa o indirectamente (por ejemplo, se depositan en la superficie de una mesa, o en juguetes u otros objetos que el niño toca, y luego se lleva las manos a la boca o nariz).

3. ¿Cómo puedo prevenir las bronquitis de mi hijo pequeño, aparte de sacarlo de la guardería, si mis otros dos niños siempre están resfriados y también le contagian?

Tirar los pañuelos de papel sucios tras usarlos, junto con un buen lavado de manos, puede ayudar a disminuir la transmisión intrafamiliar.

4. Mi marido es asmático, y su madre y hermano también: son alérgicos a los ácaros del polvo. Mi hija pequeña también tiene pitos cuando se resfría ¿Es verdad lo que me dice el pediatra: que es muy pronto para saber si es alérgica a algo y que "ya se verá"?

Las bronquitis, especialmente si son frecuentes en los niños más pequeños, pueden ser difíciles de diferenciar de una alergia porque los síntomas se parecen. Las alergias tienden a producir una secreción de mucosidad relacionada con los cambios de estación o con el contacto con el polvo, humedad, etc.

La alergia se acompaña de tos seca con sibilancias o pitidos, estornudos muy frecuentes y/o seguidos, picor en los ojos y lagrimeo abundante. Los niños con alergia no tienen fiebre, ronquera ni dolor muscular. Y a diferencia del resfriado, las alergias suelen durar más de dos semanas y pueden iniciarse más bruscamente tras la exposición a aquello que las produce (polvo, polen, etc.).

5. Mi niño pequeño coge bronquitis asmática cuando se resfría y le dan aerosoles con cámara o en urgencias con vahos y oxígeno. Mejora pero luego le duran mucho los mocos hasta que se vuelve a resfriar ¿Es normal?

La bronquitis consiste en una inflamación de los bronquios, que se contraen si están inflamados – con "pitidos" o sibilancias al respirar- y pueden causar dificultad respiratoria más o menos grave, que a veces requiere medicación de urgencia. Los pitidos suelen mejorar en un periodo que va de los 3 a los 7 días, pero la obstrucción de la nariz puede durar más, y la tos puede persistir hasta 1 ó 2 semanas.

6. Mi niño ha cogido como 4 veces bronquitis y si voy a urgencias siempre le dan lo mismo, con aerosoles y mejora. El pediatra me dice que "es propenso" y que empiece con el aerosol mediante inhalaciones con la cámara, pero siempre me asusto y no sé si ir de nuevo a Urgencias. ¿Cómo puedo saber si es grave?

Debes acudir de inmediato a un servicio de urgencias pediátricas si:

  • Cada vez respira peor.

  • Se observa un hundimiento de los espacios situados entre las costillas cuando respira.

  • El niño tiene los labios morados o azulados.

  • No puede mantenerlo despierto.

Requiere atención pediátrica en horas de consulta si:

  • El niño no quiere beber/comer como antes.

  • El niño tiene fiebre alta (por encima de 39°).

  • El niño se queja de dolor de oídos, o se tira de las orejas y está irritable.

  • El niño tiene mucha tos y mucosidad.

7. Mi hijo pequeño de 5 meses cogió bronquiolitis y ahora se ha constipado con bronquitis y lo pasa mal ya que no puede sacar las mucosidades. Todos me aconsejan tratamientos, pero el pediatra dice que es muy pequeño y que si no empeora, debo esperar. ¿Es cierto?

La mayoría de los lactantes pequeños con bronquiolitis no necesitan una medicina específica, pero necesitan paciencia y cuidados para respirar y beber más cómoda y fácilmente. En climas muy secos, es recomendable poner un vaporizador o humidificador en la habitación donde duerme el niño para ayudarle a mantener las fosas nasales despejadas.

Para ayudar a respirar al niño, puedes aspirarle la nariz de vez en cuando (cada 2 ó 3 horas) tras administrarle gotas de suero fisiológico, en las fosas nasales. También es útil levantarle un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño. Si el niño tiene dificultad para mamar, tomar el biberón o comer, ofrécele tomas más pequeñas y más frecuentes. Piensa que, en estas condiciones, la ingestión de líquidos (agua, leche o zumos) es más importante que la de sólidos.

8. ¿Por qué no le dan algo a mi bebé con bronquitis? Su hermanita mayor mejoraba mucho con ventolín. Que le den algo, antibióticos o lo que sea...

Los niños de más de 6 meses de edad, si existe mucha obstrucción bronquial que dificulta una correcta ventilación, mejoran tras la administración de broncodilatadores en inhalación, con una cámara adecuada para cada edad. Dicho tratamiento es necesario y debe administrarse en los casos más graves (aunque los niños más pequeños, pueden no responder a dichos fármacos).

A veces se debe asociar algún antiinflamatorio al tratamiento, junto con una correcta ingestión de líquidos y lavados nasales. La mayoría de bronquitis agudas son causadas por virus y, por tanto, los antibióticos no resultan eficaces.

9. Mi suegra dice que la culpa de que mi hija siempre esté con el pecho cargado es de que no la abrigo suficiente, y mi pediatra dice que son virus. ¿Quién tiene razón? ¿Por qué mi niña se resfría tan a menudo?

Existe la creencia común de que los niños se resfrían porque "han pasado frío", "por salir con el pelo mojado", "por la corriente de aire" o "por el aire frío", pero esto sólo son creencias sin demasiado fundamento ya que está sobradamente demostrado que la causa de los resfriados son virus que se transmiten de persona a persona.

En realidad, lo que ocurre es que los virus que causan el resfriado común están más presentes durante los meses de frío y se reproducen mejor a bajas temperaturas. El contagio se produce de niño a niño y sí está favorecido por la convivencia en colectividades (colegios y especialmente guarderías).

Si un niño siempre está acatarrado no es porque tú hagas algo "mal". Es probable que sea por la suma de diversos factores: en primer lugar, por la inmadurez del sistema de defensas o inmunitario propia de los lactantes a partir de los 6 meses de edad, coincidiendo con la disminución de las defensas o anticuerpos que su madre le transfirió al final del embarazo. También los niños cogen más resfriados si acuden a guarderías o si tienen hermanos mayores que sí acuden. Una constitución alérgica también puede estar implicada, así como la presencia de un crecimiento excesivo de las vegetaciones (o adenoides) y de las amígdalas.

10. ¿Es peligroso tomar cortisona para las bronquitis y laringitis? Tengo mucho miedo de que mi niño de 2 años se haga adicto a esta medicación, pues ya se la han dado varias veces en el servicio de urgencias.

La medicación antiinflamatoria con corticoides es muy útil para tratar los síntomas en los estados inflamatorios agudos de la vía respiratoria: bronquitis obstructiva o asmática y laringitis. Su uso en tandas cortas de 3 a 5 días no requiere precauciones especiales ya que no crean "adicción". La interrupción brusca después del uso crónico de antiinflamatorios sí puede tener mayor riesgo, que se evita disminuyendo las dosis de manera progresiva en 1 ó 2 semanas.

Artículos relacionados:

Consentimiento de cookies