Preguntas frecuentes: la lactancia materna
La lactancia materna es una forma maravillosa de alimentar a tu bebé y establecer un vínculo con él. Es un proceso natural, pero puede resultar complicado al principio, hasta que le coges el truquillo. Descubre lo que pasa durante la lactancia materna, las ventajas que tiene para ti y para tu hijo y cómo dar el pecho a tu bebé, desde el agarre hasta el sacaleches.
¿Qué ventajas tiene la lactancia materna para mi bebé?
La lactancia materna tiene muchas ventajas para tu bebé. La leche materna tiene numerosos minerales y nutrientes que ayudan a tu hijo a crecer. Además, reduce las posibilidades de que se produzcan:
Alergias
Asma
Vómitos
Pulmonía
Diabetes juvenil
Obesidad en la adolescencia y la edad adulta
Algunos estudios también afirman que favorece el desarrollo del cerebro del bebé.
¿Qué ventajas tiene la lactancia materna para mí?
No solo se beneficia el bebé, sino también la madre. La lactancia materna favorece el vínculo entre la madre y el bebé porque estimula la producción de oxitocina, la "hormona del amor", que también contribuye a que el útero recupere el tamaño que tenía antes del embarazo. La lecha materna es práctica, no necesita preparación y siempre está disponible. Otra ventaja importante: la lactancia materna puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama o de ovario.
La lactancia materna también te puede ayudar a perder el peso ganado durante el embarazo. La lactancia consume parte de la grasa acumulada durante el embarazo, lo que te permite perder peso al ritmo adecuado para tu cuerpo. No te preocupes si adelgazas lentamente, pues tu cuerpo necesitará parte de esta grasa cuando el bebé crezca y demande más leche.
¿Cómo se da el pecho?
En cuanto nazca el bebé, colócalo en contacto con tu piel. Esto debe activar el reflejo que ayuda al bebé a agarrarse al pezón. Prueba a sostenerte un pecho con la mano y acariciar el labio inferior de tu bebé con el pezón. Si bosteza o abre mucho la boca, acércatelo y dirige el pezón hacia su paladar. Lleva el bebé al pecho, no el pecho al bebé.
Los recién nacidos pueden mamar durante 10-15 minutos de cada pecho. Es posible que el bebé solo quiera un pecho o que quiera doble ración. Cuando suelte un pecho, ofrécele el otro para ver si aún tiene hambre. Si no quiere más, empieza con el otro pecho la próxima vez. Prueba diferentes posiciones para dar el pecho hasta que encuentres la más cómoda.
¿Qué aspecto tiene una leche materna saludable?
En los primeros días de la lactancia materna, puedes notar que tu leche es una sustancia espesa y amarillenta. Puede que te preguntes si ese es el aspecto que se supone que debe tener la leche materna, pero no te preocupes: es totalmente normal. Lo que produces en esta etapa se llama calostro, y está pensado para ser la primera comida del bebé y su primera inmunización contra enfermedades. Al principio, en el estómago del bebé solo cabe aproximadamente una cucharadita de líquido, así que no esperes que coma mucho.
Entre dos y cinco días después del parto, más o menos, notarás que tu leche se vuelve más cremosa. Esta leche de transición se produce cuando tus pechos dejan de producir calostro y empiezan a dar leche materna madura. Estarás a plena producción de leche materna madura al final de la segunda semana posterior al parto. La leche madura es menos espesa que la leche de transición cuando se segrega por primera vez, parecida a la leche desnatada, pero más adelante se vuelve más cremosa, cuando se libera grasa.
¿Cómo puedo saber si mi bebé tiene hambre?
En la lactancia materna, los tiempos también son importantes. Que el bebé llore es una señal tardía de hambre, y un bebé insatisfecho puede tener problemas para agarrarse al pezón. Estate atenta a las señales indicadoras de hambre; por ejemplo, cuando el bebé:
esté alerta
doble los brazos
cierre el puño
se lleve los dedos a la boca
haga el gesto de mamar.
Cuando el bebé esté lleno, cerrará los ojos y relajará los brazos y las piernas.
¿Con qué frecuencia debo darle el pecho?
Deja que el bebé fije su propio horario. No te sorprendas si quiere mamar cada hora durante los primeros dos días de vida. Esto ayuda a estimular la producción de leche para atender las necesidades de lactancia materna del recién nacido. A medida que te suba la leche, el bebé tendrá menos hambre, lo que significa que probablemente solo le darás el pecho cada 2 o 3 horas, o de 8 a 12 veces al día.
¿Cómo puedo saber si tengo suficiente leche?
Puede que te preguntes si tienes suficiente leche. Si oyes cómo traga el bebé cuando mama, sabes que ahí hay leche. Si se queda dormido después de comer, está claro que está lleno. El recién nacido come suficiente si:
Hace pipí unas seis veces y caca blanda de dos a cinco veces al día, hasta las seis semanas
Su orina es de color amarillo claro, no amarillo ni naranja oscuro
Sientes los pechos blandos después de darle de comer.
¿Qué se debe hacer y qué no se debe hacer al dar el pecho?
Puede que te preguntes qué puedes hacer y qué no durante la lactancia, o si debes seguir una dieta especial para la lactancia materna con el objetivo de asegurarte de que el bebé reciba todos los nutrientes que necesita. Durante la lactancia materna, haz lo siguiente:
Ingiere de 450 a 500 calorías más al día para producir suficiente leche.
Come pescado o marisco dos o tres veces por semana, pero no pescado con niveles elevados de mercurio o contaminantes, como el pez espada, el atún rojo, el lucio y el tiburón.
Toma un suplemento multivitamínico durante la lactancia si te lo recomienda un profesional sanitario.
Bebe mucho líquido.
Toma poca cafeína o ninguna los primeros días después del parto (una cantidad moderada más tarde, de aproximadamente 200 mg al día, es poco probable que afecte al bebé).
Espera dos horas como mínimo después de beber alcohol para dar el pecho.
No tomes más de dos bebidas alcohólicas al día.
Consulta a un profesional sanitario si debes tomar medicación durante la lactancia. La mayoría de las medicaciones son seguras, pero algunas pueden pasar al bebé en pequeñas dosis a través de la leche materna.
No fumes, pues ser fumador pasivo puede ser perjudicial para el bebé y el tabaco reducir tu producción de leche.
Consulta a un profesional de la salud qué métodos anticonceptivos puedes usar durante la lactancia materna.
¿Qué debo saber sobre los sacaleches?
La producción de leche materna se rige por la ley de la oferta y la demanda, así que cuanto más des el pecho o cuanta más leche te saques, más producirás. Los sacaleches pueden ayudar si vas a volver a trabajar durante la lactancia o si deseas mantener tu producción de leche cuando el bebé no quiere mamar.
Te damos algunos consejos para usar el sacaleches:
Relájate. El estrés puede reducir la producción de leche, así que debes buscar un lugar tranquilo y relajante para usar el sacaleches.
Sácate leche con frecuencia. Esto mantendrá una buena producción. Incluso puedes sacarte leche de los dos pechos a la vez.
Dale el pecho al bebé a demanda. Si notas que el bebé tiene hambre, intenta darle el pecho directamente. Así también tendrás más leche cuando te la saques.
Bebe mucho líquido.
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¿Hasta cuándo debo prolongar la lactancia materna?
Los profesionales de la salud recomiendan que el bebé se alimente exclusivamente de leche materna durante los primeros seis meses de vida. Después, puedes empezar a introducir una dieta más variada, complementando la leche materna con alimentos sólidos hasta el primer año de vida del niño. No existe un límite de tiempo para que una madre deje de dar el pecho a su hijo: esa decisión debéis tomarla los dos. Cuando estés preparada para destetar al niño, lee nuestras recomendaciones sobre el destete.
¿Hay algo más que pueda ayudarme con la lactancia materna?
Es posible que necesites un poco de ayuda para empezar, sobre todo si es la primera vez que das el pecho, y es totalmente normal. Te ofrecemos varios consejos para facilitar un poco la lactancia materna:
No temas pedir ayuda. La primera vez que le des el pecho al niño, pide ayuda. Un enfermero de maternidad o un consultor de lactancia pueden ayudarte a encontrar la mejor posición para dar el pecho al recién nacido y ayudarlo a agarrarse correctamente.
El bebé puede dormir en la misma habitación que tú. Durante los primeros seis meses de vida del bebé, puede ser más cómodo que duerma en la misma habitación que tú, en su cuna o su moisés, para que puedas darle el pecho más fácilmente cuando tenga hambre.
Intenta no empezar a usar el chupete demasiado pronto. No le des un chupete al bebé demasiado pronto. Si lo haces, puede interferir con la lactancia materna, pues el gesto de chuparlo es diferente del de mamar del pezón. Los expertos recomiendan empezar a usar el chupete solo cuando la lactancia materna esté consolidada, normalmente tres o cuatro semanas después del nacimiento.
Cuídate los pezones. Puedes dejar que la leche se seque de forma natural sobre los pezones, lo que puede calmarlos, pero, si no tienes tiempo, sécatelos con cuidado. Usa almohadillas para los pechos para evitar fugas, y cámbialas con frecuencia. Cuando te bañes o duches, intenta evitar o reducir al mínimo el contacto del champú, el gel o el jabón con los pezones. Si tienes los pezones secos y agrietados, puedes usar lanolina purificada después de dar el pecho para calmarlos y contribuir a que retengan humedad. Consulta a un profesional sanitario si notas síntomas de mastitis, entre los que pueden incluirse síntomas similares a los de la gripe y dolor de los pechos.
La lactancia materna es un proceso natural, pero establecer una rutina correcta puede llevaros tiempo tanto a ti como a tu bebé. De hecho, muchas madres necesitan un poco de ayuda en algún momento. Lee más sobre cómo dar el pecho a un recién nacido si necesitas ayuda con las primeras tomas. También puedes pedir ayuda a un consultor de lactancia, que te enseñará técnicas para dar el pecho correctamente.
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