Hiperémesis gravídica: náuseas intensas durante el embarazo

Las náuseas y los vómitos son algunos de los primeros síntomas del embarazo. Sin embargo, si ambos se agravan, podría indicar una condición llamada «hiperémesis gravídica». Esta se describe como una forma intensa de náuseas y puede requerir tratamiento médico.

Sigue leyendo para saber más sobre esta patología, incluidas las diferencias entre la hiperémesis gravídica y las náuseas habituales. También te explicaremos cómo tratar la hiperémesis gravídica y te explicaremos su fisiopatología.

¿Qué es la hiperémesis gravídica?

La definición de hiperémesis gravídica es «forma grave de náuseas y vómitos durante el embarazo». Cuando vomitas mucho, te deshidratas, y esto puede afectar a los niveles de electrolitos o a la función renal. De hecho, también se puede perder más del 5 % del peso corporal. Si no se trata, la pérdida de peso grave puede influir en el peso del bebé al nacer y conducir a un parto prematuro. Aparte de estas complicaciones de la hiperémesis gravídica, las náuseas pueden durar varias horas y perjudicar la vida diaria. Se trata de una condición que requiere tratamiento médico para recuperar los líquidos y mantenerte sana. El manejo de la hiperémesis gravídica es más fácil de lo que crees, ya lo verás.

Aunque el 85 % de las futuras madres experimentan algún tipo de náuseas durante el embarazo, la hiperémesis gravídica solo afecta a aproximadamente el 3 %. Por lo general, aparece al principio del embarazo, antes de las 9 semanas, y suele desaparecer durante el segundo trimestre. ¿No estás segura de en qué semana de embarazo estás? Utiliza calculadora de fecha de parto para averiguarlo.

Síntomas de la hiperémesis gravídica

Los síntomas de la hiperémesis gravídica más comunes incluyen náuseas durante horas todos los días, vómitos más de tres veces al día e interferencia en la vida diaria.

Estas náuseas y vómitos tan intensos pueden tener otras consecuencias, entre ellas:

  • Deshidratación. Si estás deshidratada, notarás que la boca o la piel están secas y que orinas menos de tres veces al día. La orina de color oscuro es otro síntoma común de deshidratación. Intenta beber tanta agua como sea posible durante los períodos en los que no sientas náuseas.

  • Mareo. Sentirse mareada también puede indicar hiperémesis gravídica.

  • Pérdida de peso. Perder más de 2,25 kg en dos semanas puede ser motivo de preocupación.

  • Problemas dentales. Si vomitas con frecuencia, los ácidos del estómago pueden desgastar gradualmente el esmalte de los dientes y aumentar la exposición a infecciones u otros problemas. Enjuagarse la boca con una cucharadita de bicarbonato de sodio diluida ayuda a proteger el esmalte después de vomitar. El dentista te dará más consejos para prevenir daños en los dientes.

Estos síntomas se encuentran entre las señales de advertencia que no debes ignorar si estás embarazada. Si tienes alguno de los síntomas anteriores o sospechas que tienes un diagnóstico de hiperémesis gravídica, consulta al médico.

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Diferencias entre hiperémesis gravídica y náuseas

Quizás te preguntes si solo tienes náuseas o, por el contrario, padeces hiperémesis gravídica. El médico es el único que puede diagnosticar la hiperémesis gravídica en el embarazo, pero estas son algunas de las diferencias entre ambas condiciones:

NáuseasHiperémesis gravídica
Náuseas leves durante un ratito cada día.Náuseas que duran varias horas cada día.
Puedes vomitar una o dos veces al día.Puedes vomitar tres o más veces al día.
Posibilidad de pérdida de peso leve.Pérdida de peso de más de 2,25 kg en dos semanas.
Se tratan con cambios en la dieta y el estilo de vida.No responde a los cambios de estilo de vida.

 

Causas y factores de riesgo de la hiperémesis gravídica

La hiperémesis gravídica puede desencadenarse por cambios hormonales durante el embarazo, como el aumento en los niveles de hCG y estrógeno. También es más probable que se produzca si estás embarazada de dos o más niños. En ocasiones, se sufre hiperémesis gravídica con trastornos metabólicos o derivada de una afección subyacente, como un trastorno de la tiroides o del hígado.

Si tu madre o tu hermana tuvieron hiperémesis gravídica en el embarazo, es posible que tú también la sufras, ya que tiende a ser hereditaria. Además, aunque probablemente aún no sepas el sexo de tu bebé, suele darse más si vas a tener una niña.

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Tratamiento de la hiperémesis gravídica y prevención

Lamentablemente, no existen formas infalibles de prevenir la hiperémesis gravídica. Las opciones de tratamiento pueden variar desde remedios caseros hasta atención médica en un hospital, según la gravedad de los síntomas y lo que el médico considere adecuado para tu situación.

Para combatir las náuseas en casa, el médico te sugerirá que evites los olores y sabores que las desencadenan. Otras estrategias recomendadas incluyen:

  • Seguir una dieta para hiperémesis gravídica (alimentos blandos, como plátanos, arroz o pan tostado).

  • Tomar un suplemento de vitamina B6, así como otras vitaminas prenatales.

  • Beber té de jengibre.

  • Llevar una muñequera de puntos de presión. A menudo, se usan para aliviar el mareo. Aunque no se ha demostrado científicamente que este producto haga desaparecer las náuseas, muchas mujeres notan cierto alivio.

Según lo enferma que estés, estos remedios caseros pueden no ser eficaces, por lo que necesitarás tratamiento médico adicional. Si has perdido mucho peso o vomitado con frecuencia, el médico te ingresará en el hospital. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Reponer líquidos y vitaminas mediante un goteo intravenoso.

  • Tomar medicamentos para la hiperémesis gravídica que ayuden a controlar los vómitos y las náuseas.

En casos extremos, si la pérdida de peso es preocupante, te colocarán una sonda de alimentación para asegurarse de que tanto tú como el bebé recibáis suficientes nutrientes.

PREGUNTAS FRECUENTES

Puedes hacer varias cosas para tratar la hiperémesis gravídica:

  • Se recomienda reposo y no realizar actividades que requieran esfuerzo físico, ya que pueden agravar la situación de debilidad provocada por los vómitos.
  • Sigue una dieta saludable y reparte la comida en pequeñas ingestas a lo largo del día.
  • Toma complejos vitamínicos para reducir la posterior aparición de náuseas y vómitos durante la gestación.
  • Algunos productos naturales en infusión, como el jengibre o la menta, pueden disminuir las náuseas y los vómitos.

Si nada de esto funciona, consulta al médico.

Conclusiones

Tener hiperémesis gravídica es difícil; no hay dudas al respecto. Recuerda que el médico te ayudará a encontrar una manera de superarlo. Lo creas o no, las náuseas y los vómitos probablemente desaparecerán cuando llegues al segundo trimestre. Aguanta, ¡no queda nada!

¿Cómo hemos escrito este artículo? La información de este artículo se basa en los consejos de expertos y se extrae de fuentes médicas y gubernamentales fiables, como la American Academy of Pediatrics y el American College of Obstetricians and Gynecologists. A continuación, se incluye una lista con las fuentes utilizadas para elaborar el artículo. El contenido de esta página no debe reemplazar el consejo médico de un profesional. Consulta a un profesional médico para obtener un diagnóstico y tratamiento completos.

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